Aquí os dejo un trozo de madera que iba a ser destinada al cubo de astillas (o a la barbacoa!), pero que yo rescaté. Es un sobrante de un tablón cortado de un nogal, como tiene parte de la corteza, pues no es válido para un mueble, pero a mi si me sirve para colgar mis llaves en la entrada de casa. Creo que precisamente la corteza le da un toque diferente.
Una manita de tapaporos y un par de manos de barniz, con unas lijaditas entre medias, et voilà!
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Te ha quedado un cuelgallaves de lo más original, la madera tiene un brillo precioso, has hecho bien en rescatarla del fuego...
ResponderEliminarBss
Bien bonito que ha quedado, una nueva vida para algo que terminaría siendo cenizas....
ResponderEliminarBss