martes, 10 de mayo de 2011

Otra de recordatorio...

   Yo no es que sea muy creyente... y mucho menos practicante, la verdad. Pero hay tradiciones que una no se salta, cuando el protagonista es alguien importante en su vida. En este caso, otra vez, mi padre.
   Mi padre había hecho una talla de una imagen y la había donado a la parroquia de su pueblo. Y claro, el pueblo vecino, cul* veo, cul* quiero. Y mi padre, ni corno ni perezoso, pues hizo otra talla. Y en su honor, hicieron una misa (a la cuál asistió servidora) y una fiestecilla después.
   Y para que los futuros parroquianos venideros sepan del proceder de dicha talla, pues me encargaron la placa conmemorativa...


   Prometo poner más adelante fotos de la susodicha imagen...

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